Un doble-doble es el hito baloncestístico de conseguir dobles dígitos en las 5 categorías estadísticas cuantificables ( puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones).
Las combinaciones más frecuentes son puntos-rebotes y puntos-asistencias.
Este nombre lo recibe gracias a la invención del legendario narrador Chick Hearn.
Un doble-doble, además de consagrar a un jugador con un muy buen partido, ayuda mucho al equipo del que lo consigue.
Esos esenciales jugadores llamados 20-10 , desde Bill Russel o Wilt Chamberlain a Tim Duncan o Kevin Garnett, que eran y han sido durante mucho tiempo un seguro en anotación y rebotes, acumulando cada temporada medias que rondan los 20 puntos y 10 rebotes por partido.
En el aspecto de las asistencias, hablamos desde tiempos de Oscar Robertson, Magic Johnson o John Stockton a Steve Nash o Jason Kidd, que originaban muchos puntos y marcaban la diferencia entre ganar y perder en muchos partidos.
Los jugadores con más dobles-dobles totales de la historia son:
Esta temporada , tenemos muchos abonados a esta estadística , véase Pau Gasol (líder en este aspecto con 44), así como Demarcus Cousins o John Wall, incluyendo las últimas sorpresas: Rudy Gobert y Hassan Whiteside.
Todos estos jugadores disponen de una gran versatilidad en la pista y olfato (ya sea en rebotes o asistencias), por lo que repiten estos números bastantes veces a lo largo de la regular season.
Jugadores completos e imprescindibles sin necesidad de considerarlos estrellas, como Antoine Walker o el mítico Robert Horry, totalmente necesarios en los anillos logrados por sus franquicias, que poco a poco labraron un gran panel estadístico a lo largo de sus carreras.
En resumen el doble-doble es una estadística para motivar a los jugadores, que ofrece espectáculo y que si se llevan a cabo son un potenciador para el trabajo del equipo.
Antoine Walker (izquierda) y Robert Horry (derecha).
Good job executing.
@EsquivelBCB11
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